Los productos son, junto con el cliente, casi que los elementos más importantes de todo negocio. Dependiendo de cómo abordemos su promoción, su descripción y todo lo que tiene que ver con ello, tendremos más o menos éxito a la hora de poder venderlos. El hecho de que el comercio haya empezado a migrar masivamente, sobre todo a partir del año 2020, al mundo digital ha generado que la forma de percibir los productos también se modifique ya que, aunque los productos digitales no son precisamente nuevos, el comercio y los productos tradicionales siempre han contado con la posibilidad de palpar el producto o probárselo, esto sin embargo no ha representado una desventaja en sí para las ventas en línea, ya que sus ventajas son muchísimas más.
Dicho esto y dejando clara la importancia que tienen los productos en los negocios, es clave conocer cuál es la clasificación y tipificación de los productos para que así tengas clara la mejor manera de moverlos en el nicho de mercado en el que se encuentre tu negocio y crear estrategias adecuadas para llegar a los clientes que los necesitan.
Podemos entonces encontrar, de acuerdo al comportamiento de compra de los consumidores, cuatro tipos de productos:
De conveniencia: En este grupo de productos podemos ver, principalmente, los productos que suplen necesidades básicas como la alimentación, elementos de aseo del hogar, etc. Son productos con los que generalmente los compradores generan fidelidad y difícilmente acceden a cambiar de marca por precio o promociones, ya que normalmente sus costos no son muy altos. Si tus productos se encuentran en esta categoría, la mejor estrategia que puedes usar es la de reconocimiento de marca.
De comparación: Acá la diversidad es mayor, tanto en los productos en sí, como en el rango de precios que además suele ser más alto que la de los productos de conveniencia. Como su nombre lo indica, son productos que normalmente requieren de comparación hasta que el cliente toma la decisión final de compra, como mencionamos hay mucha diversidad, pueden estar acá incluídas desde las zapatillas deportivas, pasando por elementos decorativos del hogar hasta automóviles de alta gama y propiedades de finca raíz. Las estrategias de marketing más recomendadas para vender este tipo de productos son las que resaltan los beneficios y las ventajas sobre la competencia.
De convicción: Sería ideal que un negocio pudiera llegar a comercializar este tipo de productos, ya que la competencia es mínima o nula y su característica principal son sus fieles compradores. El mejor ejemplo a nivel global de este tipo de productos es Apple, donde sus compradores están sumamente compenetrados con su identidad de marca y difícilmente optan por productos similares de la competencia. La apuesta de las empresas que comercializan este tipo de productos está volcada en la innovación y el branding.
No buscados: En esta categoría se encuentran los productos, por decirlo de alguna manera, menos deseados o placenteros, pero que sin embargo llegan a ser indispensables como extintores, servicios funerarios, baterías, seguros de vida, etc. Para comercializar este tipo de productos es importante apalancarse en mostrar las desventajas de no contar con ellos sin entrar, claro está, en el amarillismo y el terror ya que esto en lugar de acercar a los clientes termina por alejarlos.
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